Pecados de la lengua (y III) La confianza es la garantía de la amistad. Por eso cuando se pierde, la amistad se va por el sumidero y no vuelve, incluso si después media el arrep... El Observador
Pecados de la lengua (II) En mi última columna hice mención de una de las principales denuncias que lanza el Papa Francisco en sus encíclicas, cartas, discursos, comunicados ... El Observador
Pecados de la lengua (I) El Papa Francisco es un cura de a pie. Nos lo dicen sus zapatones negros, cuyas suelas acumulan incontables kilómetros de asfalto y de calles sin as... El Observador
Apagar el fuego Hace diecisiete asumí el reto de visitar algunos colegios de España (más tarde se sumaron centros escolares de México y Perú) para buscar, encontrar... El Observador
Un sacerdote sobre ruedas La vida es bella, entre muchas razones, porque nos ofrece la oportunidad de conocer personas extraordinarias. No suelen sobresalir, no se presentan ... El Observador
El fin del mundo No es nada original padecer de temor milenarista, barruntar que nuestro breve paso por la vida podría coincidir con la ruptura del mundo en mil peda... El Observador
Tipos de hombre Todavía no hemos tenido ocasión de valorar la suma de cambios que va a traer el paseo del nuevo virus por el ancho y largo de la Tierra. Su propagac... El Observador
Jesús y los niños De entre los pasajes del Evangelio, ninguno me despierta una sonrisa como los que narran la relación de Jesús con los niños. Influidos por una imagi... Revista Misión
Estadísticas Aunque el planeta ha entrado en ebullición, si lo cuantificamos en cifras quizá juzguemos que la del Covid-19 ha sido una pandemia ligera, nada que ... El Observador
Mi nombre es Cristo Una imagen me acompaña desde que comenzó la pandemia. Me la relató mi mujer, que fue protagonista de la historia. Para que los lectores se pongan en... El Observador
Las preguntas En estas semanas tan extrañas de confinamiento, en las que nos asomamos a la calle desde las ventanas, con el alma encogida ante el dolor que se viv... El Observador
De la estupidez a la esperanza La estupidez colectiva trae inoculado el veneno de la sumisión. Pensar compromete y, además, fatiga. Por tanto, que sean otros los que piensen, los ... El Observador
Papas, Papas y más Papas Anda el mundo revolucionado con las series de televisión. Muchos adolescentes se van a la cama con el teléfono móvil o con la tableta, incluso a esc... El Observador
La hoguera y mister Scrooge Cada vez me cuesta más centrarme. Y hasta concentrarme. Vivo disperso a causa de mil tareas, cien mil compromisos, un millón de encargos y diez mill... El Observador
Salud, gimnasio y paganismo Acudir a un gimnasio se ha convertido en rutina para cientos de miles de españoles. No importa la edad: a partir de los dieciocho suena el pistoleta... El Observador
Ser rico Administrar libremente nuestro talento en busca de un legítimo beneficio crematístico, invirtiendo tiempo, trabajo, capital, riesgo y habilidad es u... El Observador
Niños a capricho Me gustaría que los sociólogos añadieran a sus baremos un nuevo punto de estudio acerca de las diferencias entre la población más rica y la más pobr... El Observador
Cuando uno es un ventilador Es curioso, pero en ocasiones debo detenerme a pensar quién soy y qué soy. Y me lo tomo con humor, claro, a pesar de que estas preguntas fundacional... El Observador
Santos El Papa Francisco se asomó al balcón del Ángelus para rezar el Regina Coeli (propio del tiempo de Pascua) y, a continuación, pedir a los peregrinos ... El Observador
El Observador: Cuando murió el abuelo Fue el niño quien pidió ver al abuelo. Quería despedirse de él. Lo sentía como un acto de justicia, aunque no fuera capaz de razonar sus impulsos po... El Observador